lunes, 22 de abril de 2013




Capítulo 36, Cosas absurdas.
¡Estamos de enhorabuena, Rayuela cumple medio siglo! Es cierto que ha llovido mucho desde entonces, pero hagamos memoria…
En aquellos tiempos, las parejas se enamoraban con una sola mirada: en las calles de París bajo una luna cómplice o un sol tímido, o en un parque repleto de paraguas rotos, o en un café nebuloso…  Entonces, las citas se convertían en un juego, un juego real.
-No te me pongas sentimental que eso, hoy, ya no se lleva.
-¡Pues hablemos de cosas absurdas…!
-Si insistes… te contaré otra realidad. Bajo el Pont des Arts se esconde la indiferencia. Es otra dimensión de esa realidad. Hoy, no ha cambiado nada, sigue habiendo puentes por todos lados. Aún se respira tristeza y sordidez, aún se respira el vapor del pinard, aún se respira “la mugre humana”. Es la última parada antes de ver el sol, antes de ver otro sol. Allá, acá… ¡Qué más da! ¿No? Para bajar a los infiernos no piden requisitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario