jueves, 9 de mayo de 2013


CAPÍTULO 32:  "CARTA A MON BEBE ROCAMADOUR"

"Ya no lloro más, estoy contenta, pero es tan difícil entender las cosas, necesito tanto tiempo para entender un poco eso que Horacio y los otros entienden en seguida, pero ellos que todo lo entienden tan bien no te pueden  entender a ti y a mí, no entienden que yo no puedo tenerte conmigo, darte de comer y cambiarte los pañales, hacerte dormir o jugar, no entienden y en realidad no les importa, y a mí que tanto me importa solamente sé que no te puedo tener conmigo, que es malo para los dos, que tengo que estar sola con Horacio, vivir con Horacio, quién sabe hasta cuándo ayudándolo a buscar lo que él busca y que también buscarás, Rocamadour, porque serás un hombre y también buscarás como un gran tonto".

Ternura y dulzura son los rasgos que definen a La Maga en este fragmento. Todo él es una pequeña carta que escribe a su amado bebé. En dicha carta, Lucía, La Maga, explica a su hijo, Rocamadour, algunos aspectos de la vida, como la explicación del tiempo, cómo es París o cómo habrá de comportarse.
La Maga redacta una desgarradora descripción de la situación en la que vive. Ella y su bebé están separados y de ninguna manera pueden estar unidos. la causa de ello es que Lucía debe vivir con Horacio, intentando hacerle feliz. Pero la madre llora la ausencia de su pequeño, aunque le explica que llorar es algo inútil y sin sentido. El amor por su hijo supera contundentemente a todo el mundo que lo rodea.



"Me gusta decir tu nombre y escribirlo"

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