jueves, 9 de mayo de 2013

Gramática de la rebelión - Capítulo 112

"Emprender el descenso no tiene nada de malo como no sea su facilidad: pero empezar a bajar es exactamente lo mismo salvo que más crudo, prosaico (es decir, mero vehículo de información), mientras que la otra forma parece ya combinar lo útil con lo agradable. En suma, lo que me repele en «emprendió el descenso» es el uso decorativo de un verbo y un sustantivo que no empleamos casi nunca en el habla corriente; en suma, me repele el lenguaje literario (en mi obra, se entiende). ¿Por qué?".

 

http://www.oocities.org/ar/rayuelcaps/cap112.html


No hay personajes, no hay lugar, ¿hay tiempo?. "¿Por qué?" se pregunta el autor, me lo pregunto yo, ¿deberíamos preguntárnoslo todos?. Cortázar nos muestra un total y absoluto rechazo al lenguaje literario, a ese vínculo y a la vez barrera formal y estética entre emisor y receptor.. ¿Cómo puede entonces realizar ambas acciones, unir y separar?. Por una parte es vínculo porque llega mediante su belleza al lector, lo atrae, lo atrapa, lo enfada o lo conmueve, en definitiva, le transmite. Por otra parte los separa porque lo consigue mediante una retórica ocupada en dibujarnos una realidad engañosa, maquillada, camuflada, disfrazada, que no se corresponde con la comunicación cotidiana, no es natural, no es terrenal, no es, en definitiva, real. El autor rechaza el lenguaje literario porque representa una farsa de conexión con el lector, por eso opta por "sublevarse" ante esa concepción sistemática de lo que se asume como "belleza" y "forma". No la quiere en su obra, la desprecia, la rechaza, se rebela ante ella. 




"Que el sustantivo conjugue al autor
y que adjetive en rebelión
al predicar en plural
a todo verbo negado a la acción
en todo tiempo y  toda oración 
sin contender en modo o voz.

 Tras el según del común que objeta al sujeto
al narrar cobarde que es voz pasiva de reproducción,
sobre el discurso atado al argot, motor del sistema gramatical
de formas y reglas (sentí, contrainformá)
de normas a diestra (pensá, interrogá)
sintagmas, fonemas tras (se la frase febril, sin fin, a imaginar).

 La inquietud, esa luz que nace sujeto
al versar verbal sin género o tiempo,
contra cultural, siempre inconjugable en el acento,
por cambiar sé esa luz".

Joaquín Guillén.



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