jueves, 9 de mayo de 2013

Capítulo 6

6

Es increíble cómo el ser humano va creando sociedades en las que vivir, o sobrevivir, y éstas van evolucionando con el paso del tiempo. Hasta aquí nada nuevo, parece un hecho obvio. Lo que pocas veces nos cuestionamos o atrevemos a analizar es si realmente nosotros cambiamos eodem tempore.

Hoy, una agradable tarde de mayo, me dispongo a parar mi reloj e indagar a través de este capítulo de Rayuela en la relación interpersonal que mantienen los personajes de esta obra, Oliveira y la Maga, porque a medida que es leído, puede que a ti, lector, también te produzca esa complicidad, esa sensación de tiempo "suspendido", que a mí me provocó al leerlo por primera vez.

Paso a paso y respaldada por el propio texto, iré guiando en lo que para mí, es una perfecta síntesis de la situaciones que ocurren cuando Oliveira y la Maga están juntos.
En primer lugar, se destaca la forma en que se sucedían sus encuentros: "La técnica consistía en citarse vagamente en un barrio a cierta hora." Mi mente curiosa no para de darle vueltas a estas primeras palabras, todas y cada una de ellas me crean dudas... ¿Por qué el autor emplea la palabra "técnica"? ¿Ha de haber tácticas a la hora de citarse con alguien? ¿Vagamente? ¿Acaso no tenían ganas? "Un barrio", de este modo, ¿le resta importancia al lugar? ¿O quizás su deseo es hacer cómplice al lector y que éste imagine un barrio determinado, adecuado para ese encuentro? "A cierta hora", lo mismo de antes, ¿se está refiriendo a un tiempo concreto?

Oliveira y la Maga "[...] se citaban por ahí y casi siempre se encontraban. Los encuentros eran a veces tan increíbles que Oliveira se planteaba una vez más el problema de las probabilidades y le daba vuelta por todos lados, desconfiadamente."  Vemos como hay algo, quizás el destino, si es que podemos confiar en él, que siempre hacía que se encontrasen; ésto molesta realmente a Oliveira, quien desconfía de esas casualidades, aunque a pesar de ello, admiraba a la Maga, "[...] le fascinaban las sinrazones de la Maga [...]"

 "¿Y si no me hubieras encontrado?", le preguntaba. "No sé, ya ves que estás aquí..." De nuevo hay una fuerza que ellos no controlan que les lleva a verse. Ese hálito no es amor exactamente, no sabemos qué es, queda libre a nuestra interpretación; sólo podemos demostrar que ellos "andaban [...] atrayéndose y rechazándose""pero el amor, esa palabra..."

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